Salida Sorpresa

El día sábado teníamos que llevar el auto a la revisión, así que temprano llego Roberto a mi casa, para poder llegar a la hora de la cita.
cuando llegamos nos dijeron que el auto estaría listo a las 6 de la tarde y eran las 11 de la mañana, comprenderán que no estábamos muy felices ya que donde estábamos era un lugar alejado de todo.
Amablemente la gente de la automotora, nos dijo que si queríamos nos podían llevar al metro o al mall, pero pensándolo bien pasar tantas horas en un mall no es muy divertido así que mi amorcito se el ocurrió la brillante idea de pasar un día en el centro de Santiago.
la verdad yo no esperaba que fuera tan divertido, yo nunca había caminado por el centro solo por caminar, siempre era porque tenia que comprar algo.
Pero valió la pena, llegamos a la plaza de armas, y entramos a la catedral de Santiago, muy hermosa y muy antigua ademas.
Pasamos por un montón de pasajes, vimos joyas, algunas cosas para la boda. caminamos, caminamos y caminamos.
Pero fue un día como hace mucho tiempo no pasábamos.
La mejor parte fue que llego la hora de almorzar, despues de caminar por muchas horas, había que dar un merecido descaso a nuestros cuerpos y que mejor que el mercado central.
EL paraíso de los platos marinos




Este es el mercado central, esta lleno de pequeños locales de comida como también de frutas y verduras, hay mucho donde elegir, pero nosotros fuimos Donde Augusto.
Comimos una paila marina, que estaba muy caliente, y olía y sabia como los dioses.
Para finalizar el día fuimos a buscar el auto y pasamos el resto de la tarde con la familia de mi amorcito.

Un día para recordar